Diario de Yucatan

La valoración moral de la clonación humana

Todos tenemos que sentirnos más responsables y respetuosos de la dignidad de la procreación natural

PRESBÍTERO ALEJANDRO DE J. ÁLVAREZ GALLEGOS, DOCTORANDO EN BIOÉTICA

Se ha ido demostrando que tales intervenciones pueden ser exitosas en los seres inferiores, como las plantas y los animales. Pero la intención y sobre todo la aplicación real de la clonación en el ser humano representa la máxima perversión, que debe ser superada con seriedad y prontitud para permitir a los científicos obrar con mayor libertad en una labor que puede adquirir una gran calidad a favor de la humanidad. Jamás deberá pensarse ni intentarse la posibilidad de clonar al ser humano.

El científico no puede considerar el rechazo moral de la clonación humana como una ofensa; al contrario, esta prohibición devuelve la dignidad a la investigación, evitando su degeneración. La dignidad de la investigación científica consiste en ser uno de los recursos más ricos para el bien de la humanidad.

Todos tenemos que sentirnos más responsables y respetuosos de la dignidad de la procreación, fruto de la unión natural del hombre y la mujer, la cual da lugar al ser humano, imagen y semejanza de Dios, quien infunde siempre el alma inmortal.

La Iglesia señala la prohibición total y explícita de todas las técnicas de creación de nuevos embriones humanos por clonaciones (o fisión gemelar). Esta prohibición abarca también la partenogénesis y la creación de “embriones quiméricos” humano-animales por medio de técnicas de transferencia nuclear.

Sí está permitido

La Iglesia no se opone a la producción de células estaminales a partir de sujetos adultos; se reconoce también lícito el uso de células, tejidos u otro material biológico de embriones o fetos muertos espontáneamente.

Así la Iglesia apoya decididamente el avance de las ciencias biológicas humanas y prueba la obtención de las células humanas troncoes o madre (stem cells), en la medida en que éstas no se obtengan destruyendo embriones vivos, o sea, cuando se trate de las células madre “adultas”. También apoya el uso para la investigación o para tratamientos terapéuticos de dichas células madre “adultas” y de cualquier material derivado de ellas, siempre y cuando esa utilización no ofenda a la dignidad humana y, si se trata de una aplicación clínica, se respeta el principio del consentimiento pleno e informado de las personas.—

Calidad De Vida

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2021-05-13T07:00:00.0000000Z

2021-05-13T07:00:00.0000000Z

https://dydigital.com.mx/article/282617445632934

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