MANAGUA (AP).— Sergio Ramírez, sobre quien pende una acusación penal y una orden de captura del gobierno de Daniel Ortega, informó ayer que decidió exiliarse en España, país que le otorgó la ciudadanía hace tres años.

“Nos quedamos en España. Tengo pasaporte español”, dijo el laureado novelista nicaragüense, ganador del Premio Cervantes de Literatura 2017.

El autor de “Castigo divino” y “Margarita, está linda la mar” viajó a Madrid el mes pasado con su esposa para presentar su novela “Tongolele no sabía bailar”, en la Feria Internacional del Libro y recibir la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes. Esta última actividad se suspendió por problemas de salud del escritor.

Ramírez fue integrante de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional que asumió el poder en Nicaragua tras el triunfo de la revolución sandinista, el 19 de julio de 1979, y posteriormente vicepresidente del primer gobierno de Ortega, entre 1985 y 1990.

A mediados de la década de 1990 rompió con el Frente Sandinista por disentir con el liderazgo de Ortega y fundó un movimiento disidente junto a exguerrilleros, diputados e intelectuales como los poetas Gioconda Belli y Ernesto Cardenal, éste último fallecido en 2020.

El 9 de septiembre pasado fue acusado de “realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia” por la Fiscalía de Nicaragua, que giró una orden de detención en su contra y el allanamiento de su residencia.

El escritor, que ya se encontraba fuera de Nicaragua, denunció una “persecución” que atribuyó a la publicación de su más reciente novela, debido a que alude a la represión gubernamental de la revuelta social de 2018, según explicó. Dijo que el libro ha sido prohibido en este país.