“Soy como las tortugas, donde nacen, regresan y eso hice: inicié mi labor en esta primaria y hoy me jubilo en esta escuela que quiero tanto, la ‘Manuel Sarrado’”, expresó Wilma Méndez Martínez durante la fiesta regional que le organizaron con motivo de su jubilación como docente, luego de 35 años de servicio.

La celebración se llevó al cabo la mañana de ayer en ese colegio del centro de Mérida y contó con la presencia de autoridades de la Secretaría de Educación y del Sindicato de Maestros, quienes brindaron sendos reconocimientos a la homenajeada.

“Estoy muy contenta porque me jubilo con lo que me gusta: el arte. Qué más bonito que rescatando nuestras tradiciones como la vaquería”, señaló la maestra, tras reconocer tener sentimientos encontrados, pero muy feliz por la celebración.

En la fiesta, que amenizó la orquesta jaranera “Bella época”, tanto el personal docente como el alumnado ofrecieron números de jarana como “Aires del Mayab”, “La cabeza de la china” y hasta “En el bosque de la China” con arreglos de jarana.

En entrevista con Diario de Yucatán antes de los bailables, la maestra Wilma Méndez compartió que descubrió su vocación desde que era niña, y, aunque en un momento de su vida pensó ser antropóloga, la docencia la conquistó.

“No me arrepiento. La docencia es una carrera muy hermosa, aunque no tan valorada. Es una carrera muy buena. La docencia es el cimiento de todo aprendizaje”, dijo la maestra, quien para la ocasión lució un terno matizado.

Lo mejor que le ha dejado la docencia es haber dado aprendizaje a unos 1,300 niños, según sus cálculos.

También mencionó que en plena época de la tecnología la educación está cambiando y es importante que los maestros se actualicen para ayudar a los niños.—