Hermana del ex gobernador Felipe Carrillo Puerto, fue una figura emblemática de la defensa de los derechos de la mujer en Yucatán. Conocida como “La Monja Roja del Mayab”, promovió que las mujeres tuvieran derecho a votar, divorciarse y decidir el número de hijos, además de que ayudó a organizar ligas de resistencia campesinas de mujeres y campañas de alfabetización. Dos veces diputada electa (1923 y 1925), fue la primera mujer mexicana en asumir ese cargo de representación popular, cuando las mujeres en México aún carecían del derecho de voto, por el que luchó incansablemente hasta su obtención en 1953. Fue organizadora de las Ligas de Resistencia Socialista durante el gobierno del general Salvador Alvarado y trabajó por el establecimiento de escuelas nocturnas para obreras y bibliotecas para la mujer, que sirvieron para borrar el temor de éstas a colaborar con el hombre en el mejoramiento de la humanidad. El 30 de octubre de 2000 recibió de manera póstuma, del Consejo Municipal de la Mujer, la Medalla Rosa Torres González por su trabajo a principios de siglo en favor de los yucatecos marginados.