“Vengo como peregrino de amor”, expresa el Vicario de Cristo en el discurso que pronuncia en el aeropuerto, en una frase que cruza las ocho columnas de la edición extra que lanza el “Diario” en la tarde de ese día. Karol Wojtyla, el Papa que vino de un lugar detrás de la derribada Cortina de Hierro, en cuyo derrumbamiento él fue una de las figuras claves, para asumir el Trono de Pedro, cumplía así la promesa que más de un año antes había hecho a los yucatecos y había pospuesto debido a un tumor benigno en el colon por el cual tuvieron que intervenirlo quirúrgicamente.