El doctor Mario Sánchez Febles y don Rodrigo Franco Canto fundaron hace 50 años la empresa Mosaicos de la Península, que fabrica alfombras de mosaico de pasta, que adornan antiguas casonas y haciendas. En 1989, la empresa atravesaba una crisis y fue adquirida por el señor Ignacio Durán Encalada, quien desde entonces está al frente.

La fábrica ha sobrevivido a dos eventos que la pusieron en riesgo de cierre: la crisis de 1995 y el paso del huracán “Isidoro” por la Península, en 2002.

Además de vestir hogares de la República Mexicana, los pisos de Mosaicos de la Península han cruzado fronteras y llegado a casas de varios países, entre los que se encuentran Estados Unidos, Panamá, Belice, Jamaica y Alemania. La fábrica también ha asesorado a fabricantes de Puerto Rico y Ecuador.

Los mosaicos de pasta se elaboran manualmente, uno por uno, por maestros artesanos con años de experiencia y habilidades como buena vista, paciencia y destreza.

Hace dos años se presentó el libro “La Magia de los Mosaicos Yucatecos”, el cual documenta la elaboración artesanal de los mosaicos así como los pisos de edificios como el Gran Museo del Mundo Maya, la Facultad de Medicina y el Museo de la Ciudad.