Luego de una serie de atentados contra este rotativo y sus lectores, en Mérida y otros municipios, y pese al ofrecimiento de garantías del presidente Pascual Ortiz Rubio, el periódico deja de publicarse el 16 de octubre de 1931, cuando sus oficinas y talleres, en la calle 62 entre 65 y 67, amanecen bloqueados por agentes de Seguridad Pública y la llamada Defensa Revolucionaria. En carta pública, don Carlos R. Menéndez escribe: Nos despedimos de manera temporal, abrigamos el convencimiento de que la verdad, la justicia y, sobre todo, la ley resplandecerán en un día no lejano, en el hoy nublado cielo de Yucatán.