Diario de Yucatan

En contra

Presidentes latinoamericanos le dan la espalda a Maduro

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, eligió territorio mexicano para hacer su primer viaje oficial desde que la Justicia estadounidense lo acusó de narcoterrorismo.

Lo hizo después de que EE.UU. ofreció una recompensa 15 millones de dólares (unos 300 millones de pesos) por su captura, y decidió por primera vez desde 2018 visitar un país democrático (había viajado a Cuba, claro).

El dictador chavista decidió viajar a México para la cumbre de la Celac porque le prometieron que iba a estar cómodo...

La visita de otro dictador a tierras mexicanas, el cubano Miguel Diaz-Canel le daba pistas de que sería arropado.

Sin embargo, tres presidentes latinoamericanos se diferenciaron de los demás participantes y denunciaron, mirándolos a la cara la brutalidad de sus regímenes.

Ayer sábado se realizó, en Palacio Nacional de Ciudad de México, la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con el presidente Andrés Manuel López Obrador como anfitrión.

Reproches

El primero en reprochar la presencia de Maduro y Díaz-Canelo fue el ecuatoriano Guillermo Lasso, que hizo su debut presidencial en cumbres regionales.

En su intervención advirtió que el futuro común de la región solo puede construirse a través de la libertad.

"Libertad para nuestros ciudadanos, para abrir nuevos mercados, para comerciar, soñar y crecer juntos en una plena democracia... donde se respete la libertad de expresión", expresó firme Lasso.

Más duro y directo aún, fue el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez, quien soltó inesperadas palabras que causaron molesta reacción de Maduro y asombro de AMLO.

"Mi presencia en esta cumbre, en ningún sentido ni circunstancia representa un reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro".

"No hay ningún cambio de postura de mi gobierno y creo que es de caballeros decirlo de frente". El presidente paraguayo no se guardó nada, y sí, de frente le espetó a Maduro, en particular, y de paso a sus anfitriones mexicanos.

"La legitimidad democrática se va construyendo día a día, honrándola con nuestro actuar. No inmiscuyéndose en otros poderes, no manipulando la justicia. Yo quiero esto para toda la región. No hay otro camino que no sea la democracia”, sentenció.

Y al final, pero no menos firme, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, con tono sereno, reivindicó el valor de la democracia y puso nombre y apellido a las dictaduras de la región de la Celac. “Nuestro país integra este foro porque la Celac ha ampliado su 'relacionamiento' con otros países del mundo pero esto no significa que caiga en desuso la participación en al OEA".

“Compartimos la autodeterminación y la no intervención, pero uno de los elementos que impulsa la Celac es la democracia, el mejor sistema que tienen los individuos para ser libres”.

Lacalle interpeló directamente a los líderes autoritarios que fueron recibidos en México sin ningún tipo de cuestionamientos.

"Participar en este foro no significa ser complaciente. Y con el debido respeto, cuando uno ve que en determinados países no hay democracia plena..., cuando no se respeta la separación de poderes, no hay que callar".

"Cuando no se respetan los derechos humanos, en voz tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela", enfatizó Lacalle.

Furioso

Con furia, sin ocultar su enojo, el presidente venezolano trató de responder a sus tres críticos, a los mandatarios latinoamericanos. De manera directa desafió a sus símiles de Paraguay, Uruguay e incluso se dirigió al presidente de México, como en busca de abrigo: "O usted López Obrador. Y Venezuela está lista para debatir de democracia".

Y sentenció Nicolás Maduro a su modo: "Como ustedes quieran. Con respeto y sin exclusiones”.

PAÍS Y EL MUNDO

es-mx

2021-09-19T07:00:00.0000000Z

2021-09-19T07:00:00.0000000Z

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