CIUDAD DE MÉXICO (El Universal).— Bank of America Securities redujo drásticamente su pronóstico de crecimiento económico para México en 2023, al bajarlo de 1% a 0%, consecuencia de la desaceleración que se prevé en Estados Unidos, en un entorno de alta incertidumbre por las elevadas tasas de interés y el conflicto energético dentro del T-MEC.

“Creemos que el principal impulsor será la desaceleración de Estados Unidos, en parte impulsada por tasas de interés más altas, que esperamos impacten a México con un retraso. Los factores internos que desacelerarán la actividad mexicana son las tasas de interés más altas, la política fiscal aún estricta y la renovada incertidumbre dada la disputa energética del T-MEC”, dijo la firma.

En el documento “México: crecimiento cero en 2023”, Bank Of America Securities explica que la reubicación y cierta resiliencia en las remesas pueden amortiguar la desaceleración, pero los riesgos son a la baja para la economía mexicana.

“No esperamos que la política fiscal o monetaria reaccione de manera contracíclica”, resaltó el banco.

La firma explicó que se prevé una mayor desaceleración en Estados Unidos a medida que la Reserva Federal (FED) continúe subiendo sus tasas de interés.

“Dada la alta correlación histórica en las frecuencias del ciclo económico, proyectamos que la desaceleración de Estados Unidos se extienda a México con un retraso”, detalló el organismo.

De acuerdo con Bank of America a pesar de un crecimiento mucho más débil, se mantiene sin cambios la expectativa de que el Banco de México cerrará 2022 con una tasa de referencia en 9.5% y sin recortes en 2023.

En su análisis, la firma recalcó que la alta incertidumbre política es una de las razones por las que la inversión sigue siendo débil en México, que se mantiene en torno al 10% por debajo del comienzo de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, además de que la incertidumbre política sigue.

“Estados Unidos y Canadá han entrado recientemente en una disputa a través del TMEC sobre las políticas energéticas nacionalistas de México. El proceso llevará meses y terminaría con la imposición de aranceles por parte de ambos países a México. La incertidumbre sobre las tarifas potenciales es un elemento disuasorio de la inversión”, resaltó.