TIZIMÍN.— De acuerdo con un análisis del personal del Sistema de Agua Potable, llevar el líquido a las casas en el municipio es un “mal negocio”, ya que no se paga ni el 40% de lo que realmente cuesta llevar el agua hasta los domicilios.

Hace un par de días se publicó en el Diario una entrevista con el investigador Juan José Sandoval Gío, responsable del Laboratorio de Biotecnología Acuícola y Marina del Instituto Tecnológico de Tizimín, quien informó que tras los recientes estudios en la Biosfera de Ría Lagartos detectaron la presencia de agroquímicos en la ría, el mar y el agua que llega a las casas.

Según dijo se debe al uso desmedido de sustancias tóxicas en las unidades de producción que rodean los mares de la costa oriente pues dichos agroquímicos se van al manto freático.

Ante esto se buscó ayer a personal del Agua potable para conocer los procesos de desinfección que se maneja en el municipio que garantice que el líquido que los tizimileños emplean es apta.

Al respecto Jorge Loría Basto, director del Agua potable del ayuntamiento indicó que hay un control estricto con este vital líquido tanto que no se escatiman en gastos cuando se trata de clorar el agua.

Loría detalla que cada mes se emplean 10 mil kilos de hipoclorito de sodio para la cloración del líquido, de los cuales 6 mil son para Tizimín y 4 mil para comisarías.

Según explica, hay un control regulado por parte del sector salud ya que se hacen visitas semanales en 10 puntos diferentes de la ciudad donde se toman muestras de agua para saber si se lleva el control estricto de la cloración.

Añade que apenas hace un mes hubo una reunión en la que Tizimín fue sede y llegaron varios representantes de los municipios del estado.

Allí, el sector Salud felicitó a las autoridades pues han mantenido en un 100 % la calidad de agua que llega a los usuarios.

Dice que lo más curioso que de todo lo que se invierte en mantenimiento, cloración, reparación de fugas, entre otros no se cubre ni el 40% de lo que realmente pagan los usuarios, que son 65 pesos bimestral.

Añade que la mayoría de los gastos los absorbe la Comuna y ésta a su vez indica que se está invirtiendo en el cambio de la tubería de la calle 48 de asbesto por una de pvc de 10 pulgadas, lo que representa mejor garantía de que el agua llegará aún mejor de lo que estaba, pues se ha comprobado que el uso de las tuberías de asbesto traen enfermedades cancerígenas.—