PARÍS (EFE).— Bluemarble, firma del francofilipino Anthony Álvarez, abrió ayer la pasarela de moda hombre de París dispuesta a demostrar que la psicodelia también tiene cabida en el armario masculino cuando se alía con ropa informal y deportiva.

Álvarez, que en mayo conquistó a Justin Bieber con un reconocido pantalón de su marca, se basó en el festival de Monterey de 1967 y en la actuación de Jimi Hendrix.

Fue una excusa para llevar a la pasarela colores llamativos, pantalones blancos, estampados divertidos y calzado deportivo atrevido.

El diseñador, amante de los deportes extremos, trabajó su colección con tejidos muy ligeros, aptos para una maleta de verano pequeña, con tejidos como popelina y telas más técnicas, las que se usan para transpirar menos.

Su búsqueda de nuevos materiales no lo alejó de las prendas clave de la casa, como pantalones de mezclilla supercaídos y camisas anchísimas, de estilo obrero y bordadas a la mano.

El desfile atrajo a un público muy joven, en el que se encuentran los principales seguidores de la marca fundada en 2018, y tuvo lugar en el Instituto Molière, en el residencial distrito XVI.

Los modelos vistieron chamarras tipo safari revisitadas con tejidos impermeables, prendas de leopardo y camisetas de rayas multicolores. Bluemarble ha hecho de los colores y el estilo playero relajado su seña de identidad, de acuerdo con las raíces del propio Álvarez, nacido en Nueva York hijo de una madre francesa y padre filipino-español.

Esta diversidad siempre se traduce en pantalones anchos, bordados manuales y un gusto por el color y el espíritu hippie.

“La colección contiene más detalles artesanales que nunca”, aseguró el modisto, tras confesar que había disfrutado “como nunca” la creación de esta línea.

Los desfiles de moda hombre continúan hoy miércoles con la presentación de Givenchy y llegarán a su fin el próximo domingo.