CACALCHÉN.— La Sociedad Católica de Señoritas y Jóvenes “La Santísima Madre de la Luz”-Gremio en honor de la Virgen de la Candelaria celebró los 50 años de su fundación con tres días de actividades.

Con las restricciones sanitarias debido a la pandemia del Covid-19, el sábado 22 y el domingo 23 el gremio repartió para llevar relleno negro a los vecinos que llegaron con sus trastes.

El lunes 24, el gremio cumplió su promesa a la Virgen en la céntrica parroquia San Pedro y San Pablo, donde el domingo 23 se inició la fiesta de La Candelaria con la bajada de la venerada imagen y una misa.

A las 5 de la tarde del lunes, los socios del gremio, portando velas encendidas, salieron de la casa de Armando Solís Salazar, presidente de la agrupación, para caminar hasta la iglesia, donde a las 6 p.m. rezaron un rosario y a las 7 de la noche participaron en la misa en honor de la Virgen de la Candelaria.

El gremio fue fundado en 1972 por Manuelita Sansores, Verónica Casanova, Mari Canché, Rosy Couoh, Candy Balam y otras personas.

En 2021 la familia May López, en su vivienda, fue la anfitriona del gremio.

Solís Salazar, presidente del gremio, publicó ayer en su cuenta de Facebook que este año diseñó y regaló un terno a la imagen de la Virgen, con motivo de las bodas de oro de la sociedad.

Narró que el terno fue bordado en una fina organza, en hilo de color blanco con dorado con encajes, por la conocida vecina Verónica Casanova, “con quien nos reunimos en varias ocasiones en su hogar para encontrar ese bordado perfecto con los hilos justos para que pueda ser plasmado en la tela”.

Luego, agregó, la vecina Mercedes Cimé, quien viste a la Virgen y le ha hecho múltiples vestidos, fue la encargada de armar el terno.

“No podían faltar los detalles esenciales para una mestiza, que lleva a prestar al templo un fino rebozo de Santa María en tono dorado, el tocado de flores, el lazo en tono dorado y un bello rosario en filigrana”, indicó.

La sociedad, a su vez, donó este año dos pabellones y un estandarte del gremio, los cuales fueron bendecidos por el sacerdote Amílcar Carrillo, quien fue párroco en Cacalchén, acompañó y coordinó a la sociedad para que en 2021 reanude el gremio.—