LONDRES (EFE).— Las restricciones impuestas por los gobiernos europeos durante la primera parte de la pandemia del Covid-19 contribuyeron a rebajar los niveles de contaminación y, en consecuencia, se evitaron más de 800 fallecimientos prematuros, según revela un estudio que publicó ayer el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS).

La investigación, desarrollada junto a expertos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, precisa que las ciudades españolas, francesas e italianas registraron el mayor descenso de dióxido de nitrógeno (NO2), de entre el 50 y 60 por ciento, entre febrero y julio de 2020.

En este sentido, las restricciones relacionadas con los viajes por carretera fueron las que más impacto tuvieron en la reducción de las concentraciones de NO2 y en la rebaja del número de fallecimientos, explican los autores en un comunicado.

De acuerdo con los científicos, el transporte rodado, el sector más afectado por las restricciones de movilidad, es responsable de casi la mitad de las emisiones de dióxido de nitrógeno, si bien contribuye mucho menos a las emisiones totales de otros contaminantes estudiados.

A este respecto, constataron que las medidas que limitaron la vida cotidiana durante ese período de la pandemia, como el cierre de escuelas y centros de trabajo, tuvieron los efectos más grandes sobre los niveles de contaminación del aire.

Los expertos calculan que la mejora de la calidad del aire evitó más de 800 muertes prematuras. París, Londres, Barcelona y Milán están entre las ciudades donde se logró evitar el mayor número de fallecimientos.

“Las conclusiones son extremadamente importantes porque consolidan la evidencia cuantitativa de que las medidas gubernamentales relacionadas con el Covid tuvieron un efecto directo sobre los niveles de contaminación del aire en Europa, sobre todo en lo que se refiere al NO2”, destaca en la nota Vincent-Henri Peuch, director del CAMS.