Diario de Yucatan

Divertido inicio de vacunación para niños

Animales, libros y helado les ayudan a vencer el miedo

AP Y EFE

Con un libro en una mano y un helado en la otra, decenas de niños se retiran aliviados del vacunatorio instalado en el Centro Hospitalario Pereira Rossell, en Montevideo, Uruguay, donde colores y caricaturas animan la tan temida inyección.

De los 12,700 menores que ayer se vacunaron en todo el país en el primer día de inoculación para la franja de 5 a 11 años, 650 lo hicieron en este sanatorio, el principal centro de referencia pediátrica de Uruguay.

Se aprecia nervios en algunos, pero apenas lágrimas, en los momentos previos a que los pequeños ingresen a los distintos puestos asignados para recibir la correspondiente dosis pediátrica de Pfizer, en los que unos van más confiados que otros.

“No va a doler” o “es un segundito” son algunas de las frases con las que los vacunadores esperan a los menores que, una vez recibida su vacuna, obtienen como premio un libro.

“Valentina y el cepillo samurái”, “Salva y las pompas de jabón” o “Vacunas, mitos y realidades” son algunos de los ejemplares que los niños tienen para elegir tras el trance.

Y, por si la lectura no es suficiente recompensa, antes de retornar a la sala de espera para estar ahí 15 minutos ante posibles efectos adversos, cada uno recibe un helado.

“Los niños vienen a vacunarse, pero también a jugar, a pasar un tiempo distendido y se van con algún regalo”, resalta el viceministro de Salud Pública, José Luis Satdjian.

Por otra parte, la ciudad belga de Amberes sacó provecho ayer de uno de sus mayores activos: el zoológico del centro de la ciudad, uno de los mejores de Europa, para que los niños se sientan mejor al recibir su primera inyección contra el Covid.

Mientras los centros de vacunación para adultos se basan en el principio de la cinta transportadora para atender al mayor número de personas en el menor tiempo posible, con los niños se necesita más paciencia.

Con la expansión de la campaña de vacunación del país para incluir a niños de hasta 5 años, las autoridades belgas buscaron formas creativas para tratar de evitar que los pequeños se asusten al ver las agujas.

Cerca de la entrada del zoológico, se instalaron carpas tipo safari diseñadas expresamente, con fotos de animales del zoológico. Para distraerlos dentro de la carpa, los niños recibían punteros luminosos para buscar los animales que más les gustaban mientras recibían su vacuna.

En caso de que hubiera algo de dolor, se disipaba rápidamente cuando se les permitía pasear por el invernadero del parque acompañados de sus padres y visitar el recinto de los monos.—

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2022-01-13T08:00:00.0000000Z

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