Diario de Yucatan

La ciudad de Progreso, ¿progresa?

(*) Abogada y escritora MARÍA I SABEL CÁCERES MENÉNDEZ ( * ) maica482003@ yahoo.com.mx

Progreso es para los yucatecos que vivimos cercanos a la costa un segundo hogar. Mis padres y mis abuelos amaban ese puerto hermoso. Por consiguiente todos en la familia aprendimos a valorarlo, cuidar la zona en la que estábamos y ocuparnos de lo mejor de todo: ser absolutamente felices, tanto en la playa como en el centro de la ciudad, en la feria de Chicxulub o en el malecón. Pescando y paseando en lo que claramente nos significaba un auténtico paraíso.

Por alguna razón que desconozco los encargados de dirigir y cuidar los destinos del querido lugar no le han dedicado ni el tiempo, ni el cuidado, ni el amor que se merece. Uno que otro proyecto al interior del puerto. Parches y curitas en lacerantes llagas…

La criminalidad y el narcotráfico en aumento, robos a montones a extranjeros, lugareños y temporadistas. Violencia, mucho alcoholismo, y mala vida en abundancia.

¿La autoridad? Muy bien, gracias. El servicio de recolección de basura abusivo y esporádico. Playas abandonadas. El mar devorando casas, vecinos desesperados tratando de proteger sus predios.

Cada vez que transito por los mismos hoyancos que hay en todas las calles interiores y aledañas de nuestra colonia, la Ismael García, y que ya ————— merecen el nombre de apreciadas ruinas antiguas, pues se les conserva en perfecto estado de deterioro, y me pregunto: ¿por qué esta falta de cuidado? ¿Por qué el desinterés y la apatía?

Estamos hablando de baches con calidad premium, de exportación, por su eterna duración. Son los mismos, en los mismos lugares y con características idénticas. No se salva ni la entrada a la ciudad a la altura del “Corchito”, y eso que es paso de turistas, lugareños, visitantes y temporadistas a montones, que ya los hay el año entero, y con tráfico permanente. Casas llenas de basura, con fierros, chatarra de todo tipo, plásticos amontonados como en recolecta a medias, a las puertas de desvencijados predios.

Y vuelve la pregunta obligada: ¿qué les pasa? ¿Por qué no quieren a su puerto bendecido con tanta riqueza natural? No se puede afirmar que no haya algunos avances y algo de progreso. Pero hablar de un empuje integral que abarque industria, economía, orden judicial, ciudad cuidada, crimen controlado, ni de chiste, nomás no se prenden, no se encienden las verdaderas luces que debieran haber de acuerdo a tanta oscuridad.

Nos avisa el Diario que en Pro-gre-so se ini-cian me-jo-ras a ca-lles y co-lo-nias con el Programa de Mejoramiento Urbano en la colonia Ciénaga 2000, “donde invertirán $2 millones para la pintura de fachadas de predios, pavimentación de calles, reconstrucción y construcción de banquetas, mejora en el alumbrado público, construcción de un parque infantil, rescate de un espacio para fortalecer el tejido social y reactivar la economía de esa zona”.

Ojalá así sea y no recibamos calabazas nuevamente. Plantados y esperando la mejoría profunda en vez de manitas de gato acostumbradas y puntuales.

Ofrece el alcalde pintura y beneficios para más de 100 familias con este programa por ser de “las más vulnerables por sus carencias, pero ahora quedará “bonita”. La verdad, sería mejor utilizar y aplicar términos más profundos y significativos. Funcionalidad. Barrido de calles. Servicio de recoleción de basura. Seguridad permanente. Incentivos económicos para pequeños negocios.

Si de acuerdo con el señor Zacarías, “un buen año terminó para Progreso, que ahora luce una imagen turística renovada, moderna y atractiva”, confiaremos en su promesa de más proyectos en mejoría urbana y sobre todo en seguridad. La ciudadanía la necesita. El Puerto de Progreso es merecedor desde siempre de todo esto y mas.

Tiene todo un nuevo trienio ante el, para llevarse la aprobación como el mejor alcalde que haya tenido nuestro querido puerto jamás. Ojalá lo sepa aprovechar al máximo.— Mérida, Yucatán.

Por alguna razón que desconozco los encargados de dirigir y cuidar los destinos del querido lugar no le han dedicado ni el tiempo, ni el cuidado, ni el amor que se merece

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2022-01-13T08:00:00.0000000Z

2022-01-13T08:00:00.0000000Z

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