¿Se puede considerar traidora a una persona que participa activamente en un ejército enemigo del ejército y dirigente de su país natal? La respuesta natural es sí. Pero hay que relativizar.

Si ese dirigente es un dictador invasor de las naciones vecinas, la respuesta ya no es tan categórica. Ahora bien, si hablamos de la participación de una magnífica actriz, admirada cantante, símbolo sexual que derribó tabúes y luchó activamente contra la dictadura de Adolfo Hitler, entonces la respuesta es categóricamente no. Estoy hablando de María Magdalena Dietrich, más conocida como Marlene Dietrich.

María Magdalena nació en 1901 en el seno de una familia prusiana. Su padre era policía de la guardia cercana del kaiser y tenía una posición económica muy holgada. María Magdalena estudiaba laúd y violín pero ————— (*) Traductor, intérprete, filólogo. [email protected]. llegaron los acuerdos de Versalles y la estrepitosa inflación obligó a Marlene a salir a la calle a trabajar.

Marlene entró a estudiar teatro en una prestigiosa escuela de arte dramático de Berlín y, gracias a su belleza y su voz, se le comenzaron a proponer pequeños papeles en el teatro. Rudolph Sieber, productor de cine, la propuso para ir adentrándose en el mundo del cine mudo alemán compartiendo su tiempo con revistas musicales y presentaciones en cabarets. Más tarde se casaron.

Participaba en una revista musical llamada “Dos corbatas” cuando su futuro pigmalión, Joseph von Sternberg, la descubrió y con ella filmó la película que la llevó al estrellato. No era cualacompañaba quier película, era la primera parlante del cine alemán en 1930: “El Ángel Azul”.

“El Ángel Azul” fue un éxito rotundo, pero Marlene no lo supo hasta más tarde, porque a la mañana siguiente de la premiere ella tomaba un barco que la llevaría a Estados Unidos para cumplimentar un contrato que tenía con la Paramount. La su director, descubridor y amante, Joseph von Sternberg. Marlene así lo había exigido a la Paramount. El inesperado éxito de “El Ángel Azul” les llegó por telegrama al barco.

De la mano de Sternberg se sucedieron películas que hoy forman parte del catálogo de las mejores del mundo: “El expreso de Shanghai”, “La emperatriz roja”, “El ángel malvado”, “Sed de mal”...

En una ocasión que estaba en París en 1933, fue abordada por el embajador de la Alemania, ya nazi, para proponerle volver a Alemania. Hitler la adoraba y quería que fuera el rostro del nuevo régimen. Sin embargo, Marlene estaba en contra de ese régimen. Marlene, para dar por concluida la conversación, respondió que solo regresaría a condición de que su director fuera Joseph von Sternberg, judío.

En 1938 Marlene obtiene la nacionalidad norteamericana y en 1939 se declara la Segunda Guerra Mundial. En 1942, cuando Estados Unidos entra en guerra, forma parte del grupo de artistas que se dedica a ayudar de cualquier forma. Es en 1944, después del desembarco en Normandía, que Marlene decide ir al campo de batalla a cantarle y a animar a los soldados aliados.

Es necesario decir que, al terminar la guerra, Marlene estaba en la bancarrota.

“El Ángel Azul” fue un éxito rotundo, pero Marlene Dietrich no lo supo hasta más tarde, porque a la mañana siguiente de la premiere tomaba un barco que la llevaría a Estados Unidos para cumplimentar un contrato que tenía con la Paramount