Encuadrados en el misma llave del fútbol de los Juegos Olímpicos de Tokio, España y Argentina se quedaron debiendo ayer en sus estrenos frente a oponentes de menor jerarquía.

Con seis titulares que venían de disputar la Euro, España no pudo pasar del empate 0-0 con Egipto y acabó lamiéndose las heridas.

Aunque no ensambló un equipo con nombres rutilantes, no se presagiaba que Argentina saldría con un resultado adverso frente a Australia. Pero la Albiceleste fue sorprendida al inicio y jugó todo el segundo tiempo en inferioridad numérica al sucumbir 2-0.

Al compás de una tripleta de Richarlison, el reinante campeón Brasil despachó 4-2 a Alemania en Yokohama para pasar al frente del Grupo D.

Aferrándose al discurso de que el torneo “recién empieza” y que siguen dependiendo de sí mismos, el técnico de Argentina Fernando Batista sostuvo que la ilusión de los campeones olímpicos de 2004 y 2008 en estos Juegos de Tokio sigue intacta.

“Lógicamente hay resultados que sorprenden, pero sabemos que todas las selecciones están en un buen nivel”, dijo Batista, quien encontró muchas trabas para armar el plantel ante la negativa de los clubes de ceder jugadores.

Australia fue frontal de entrada e insinuó peligro por las bandas. Fue así que pudo adelantarse a los 14 minutos: Joel King le ganó las espaldas a Hernán De la Fuente y puso el centro rasante al área que Lachlan Wales empujó al fondo con un toque sutil.

Con un hombre menos, Argentina generó muy poco y Australia sentenció a los 80 mediante un zurdazo de Marco Tilio.

España salió muy tocada por las lesiones que dejaron fuera al volante Dani Ceballos y al defensor Óscar Mingueza en los primeros 45. Ceballos padeció un fuerte golpe en la tobillo tras una dura entrada de Taher Mohamed y Mingueza no pudo seguir por un problema muscular.

“Tenemos que esperar la evolución de los dos jugadores, pero no tiene buena pinta", dijo el técnico español Luis de la Fuente. “Estamos muy preocupados porque pueden ser lesiones de importancia”.

Con muchas ganas

Richarlison tuvo que presionar al Everton, su club de la Liga Premier, para que le permitiesen jugar en Tokio.

Con el número 10, el atacante de 24 años no desperdició tiempo en su estreno olímpico. Apenas 11 días después de perder ante Argentina en la final de la Copa América en Río, Richarlison facturó una tripleta en los primeros 30 minutos.

Fue suficiente margen para que Brasil resistiera la reacción de Alemania en el segundo tiempo, cuando Nadiem Amiri y Ragnar Ache descontaron para un 3-2. El tanto de Paulinho en los descuentos acabó de sellar el triunfo brasileño.

En el otro duelo del grupo, el gol de Franck Kessie a los 66 minutos fue el fiel de la balanza para que Costa de Marfil derrotase 2-1 a Arabia Saudita.—