Tokio batió de nuevo ayer su récord de contagios diarios de coronavirus en los últimos seis meses, a un día de la inauguración de los Juegos Olímpicos, mientras crece la preocupación por el aumento de las infecciones durante la cita olímpica.

Los 1,979 casos registrados ayer suponen el peor dato diario desde los 2,044 reportados el 15 de enero.

El 12 de julio, el primer ministro, Yoshihide Suga, decidido a celebrar los Juegos Olímpicos, decretó el estado de emergencia para Tokio y su región metropolitana, pero la tasa de contagios diarios ha crecido mucho desde entonces.

Las restricciones, que incluyen prohibir la venta de alcohol y reducir el horario de apertura de bares, se mantendrán hasta el 22 de agosto. Los Juegos terminan el 8 de agosto.

Japón ha confirmado unos 853,000 contagios y 15,100 decesos desde el inicio de la pandemia, la mayoría de ellos este año. Aún así, la proporción de infectados y fallecidos con respecto al número de habitantes es más baja que en muchos otros países.

Los Juegos, que se demoraron un año por la pandemia, arrancan oficialmente el viernes. La presencia de espectadores está prohibida en todas las sedes de la zona de Tokio, y si se permitirá cierto número de seguidores en algunas periféricas.

El gobierno de Suga ha sido criticado por algunos que dicen que prioriza el evento por encima de la salud del país. Su índice de popularidad ha caído a cerca del 30% según encuestas recientes en medios, y ha habido pocas celebraciones antes de los Juegos.

En los actos relacionados con los Juegos, Suga se reunió ayer con la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, para una cena oficial. Antes recibió al director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

También ayer, el emperador Naruhito recibió al presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, en el Palacio Imperial.