Artista emocionante

El jurado del Premio Princesa de Asturias destacó sobre Marina Abramóvic que es “una de las artistas más emocionantes de nuestro tiempo por las experiencias conmovedoras que ofrece con sus performance y por la valentía con la que se entrega al arte absoluto”.

Sin esperar nada

“El público se ha convertido hoy en mi trabajo”, sentencia, y niega que su objetivo haya sido alguna vez “provocar” porque eso es “una forma barata de ver el arte” y ella “nunca ha esperado nada del público”.

Aprendizaje

Gracias a la performance dice que ahora entiende mucho mejor su cuerpo, “dónde está el dolor, el sufrimiento, los límites físicos del cuerpo, y cuán complicada es la mente. Cada performance me descubre nuevos aspectos. Para mí, es muy importante cómo conectar con la audiencia, cómo transmitir estas ideas a la mente del observador”, subraya.