Diario de Yucatan

El culto personal

JAVIER CABALLERO LENDÍNEZ (*)

Este año se cumplen 32 años del fin de uno de los pasajes más oscuros en la historia del comunismo de aquella negra Europa de los 80 (y antes) y, por supuesto, mundial. Un 25 de diciembre de 1989, morían en Bucarest, la capital de una hastiada Rumanía, el dictador y tirano comunista Nicolae Ceausescu y su esposa, Elena.

Conocido como el “Conducator” (o conductor) por su afán autoritario con las riendas de un maltrecho país del este del viejo continente, Ceausescu y su esposa, la número 2 del movimiento, eran famosos por sus atrocidades, asesinatos y represión.

Ceausescu era un tipo más bien contradictorio, que vivió dos épocas muy distintas durante su mandato, el cual se extendió desde 1974 a 1989. Como la mayor parte de los caudillos que han pasado, pasan y pasarán en estos mundos de Dios, Ceausescu llegó al poder con un discurso más bien conciliador (entre comillas), con la mente puesta en el mundo occidental, sin esquivar su pasado comunista y sus relaciones con la URSS. Pero el poder, la impunidad y el dinero lo convirtieron en un dictador brutal.

En sus primeros años al frente de Rumanía, fue un firme opositor a esa Unión Soviética dura y fría donde se fraguaba un bloque de naciones opuestas -sobre la prácticaal rumbo que Europa occidental y otros países aliados estaban tomando. En esos años, al líder rumano le gustaba viajar y extender un mensaje de apertura con muchísimos matices, aunque dentro de su país su mano dura ya era una realidad.

Sin romper relaciones con su mentor soviético durante tantos años, Rumanía era la oveja negra del bloque comunista. Y Ceausescu a su vez era un tipo poco confiable para sus socios o exsocios al verse en varias ocasiones con líderes occidentales como el expresidente de Estados Unidos Richard Nixon, cuya primera visita oficial a un país comunista fue precisamente a Rumanía.

También sonado fue la visita de Estado a Reino Unido en 1978. En ella, la propia Isabel II recibió al líder rumano y, cuentan que en una parte de la visita, la reina tuvo que esconderse detrás de unos arbustos de palacio para no dialogar con su incómodo invitado.

China también fue objeto de controversia cuando Nicolae la visitó en momentos en que las relaciones del gigante asiático con la URSS no eran demasiado firmes. Pero aquel hombre no muy alto, que siempre viajaba con su esposa, parecía tener el control de ————— (*) Periodista de Megamedia la situación.

Y, como suele suceder con este tipo de dictadores, en su segunda etapa (que no mandato) al frente del gobierno, todo cambió externamente y se endureció aún más internamente. Un exacerbado culto personal a sí mismo, a su poder, a la gloria y a la trascendencia a toda costa hicieron que el “Conducator” cometiera atrocidades que solamente pueden estar en la mente de un desequilibrado.

Era tal su enfermizo deseo de poder y culto hacia sí mismo, que como todo caudillo sin escrúpulos, los asesinatos no fueron algo extraño. Se cree que más de 20,000 niños murieron en los orfanatos de la era Ceausescu. El afán que nació en los años 60 por crecer la población rumana durante unos años chocó de frente contra el declive y la caída total de la economía durante la era Ceausescu. Eso conllevó una supermortalidad de mamás y niños y hacinamientos en orfanatos de la muerte en los que los menores se apilaban como moscas, desnutridos y con una falta de medicamentos impresionante.

Mientras, en casa de los jefes de Estado, todo eran lujos, productos importados de alta gama, relojes, joyas y todo aquello que requería para potenciar más si cabe su figura.

Después de tantos años en el poder, un par de sucesos hicieron que algunas poblaciones rumanas se levantaran en armas. El origen de estos alzamientos estuvo en Timisoara, el 16 de diciembre. La represión (y la dignidad) del dictador no se hizo esperar y el servicio secreto y el ejército comenzó su particular matanza. Comenzaba la segunda quincena de diciembre de 1989, la particular Navidad próxima de Rumanía.

Más de 60,000 muertos en solo unos días fue la respuesta de un tirano venido a menos. Pero no fue suficiente. Nicolae y Elena fueron detenidos solo 6 días después del alzamiento popular cuando trataban de huir del país. Tres jornadas después y tras un juicio sumario, que no fue ni juicio y en la que el hasta entonces líder y su esposa no tuvieron defensa que los protegiera ni pistolas que no les apuntaran, ambos fueron declarados culpables y condenados a muerte. Los gritos desesperados de Elena pidiendo clemencia y el doloroso silencio de Nicolae (quien no reconocía al Tribunal puesto que según él la Unión Soviética estaba detrás del mismo) no fueron suficientes. Horas después, de espaldas a un frío muro de Targoviste, con las manos atadas y con cintas en sus ojos, los militares descargaron su ira sobre ellos.

Dicen que aquel implacable dictador murió en el acto. Su esposa, agonizante, respiró a duras penas unos cuantos minutos más. Aún hoy, el pueblo no ha podido borrar la huella de la crueldad política y aún no se limpia la mancha de sangre de su bandera. Réquiem. El 25 de diciembre de 1989 estábamos viendo la televisión en mi casa. Yo tenía 10 años. Era de noche. En el informativo de Televisión Española comenzaron a retransmitir unas imágenes captadas horas antes. Un hombre y una mujer con vendas en los ojos se ponían de pie frente a unos cuantos militares antes de escuchar el ruido de las balas.

La imagen se oscureció y se cortó. Al reanudarse, pude ver el cuerpo de ese hombre y la venda y con los ojos abiertos, inertes. A su lado, la mujer sobre un charco de sangre. Eran Nicolae y Elena. No entendía nada en ese momento, pero las imágenes nunca se me olvidaron.

Hace unos días, llegó a mis manos un documento que me leí de cabo a rabo firmado por un estudiante de posgrado de la carrera de Sociología de la FCPyS-UNAM. Ese estudiante se llamaba Ciro Gómez Leyva, y el documento se titulaba: “Los funerales de la dictadura rumana (cronología 1989-1990)”. Entonces recordé lo que el pueblo rumano aún no olvida, tantos años después.— Mérida, Yucatán.

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2021-05-13T07:00:00.0000000Z

2021-05-13T07:00:00.0000000Z

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